Su cercanía al centro de la ciudad (sólo a dos cuadras de la plaza) la convierte en una cómoda alternativa, y su parque provisto de frondosas sombras arbóreas, parrillas, proveedurías, luz eléctrica, agua corriente, baños y duchas, ofrece las comodidades básicas para disfrutar de un buen fin de semana en contacto con la naturaleza del lugar.
Este Almacén de campo devenido en restaurant, es un lugar en el que no encontrará lujos, ni recetas gourmets, ni mozos profesionales. Si encontrará gente cálida, comida casera y sencillez. Encontrará mesas con tablones y bancos de madera, un quincho con piso de tierra como los antes. Tiene tres sectores para ubicarse, en el quincho, afuera, en el pequeño y original salón del almacén o en otro sector que se asemeja a un jardín de invierno. Afuera hay cancha de tejo, hamacas, cancha de paleta, voley y fútbol reducido. También reposeras para antes y después del almuerzo. El servicio que desde hace màs de treinta años brinda LA LECHUZA consiste en un solo y único menú, un aperitivo que ud puede servirse a “gusto del consumidor” en el bebedero (kiosco de dulces y fiambres donde si se agrega la picada de algún chorizo, salame o longaniza, es aparte)”.
Luego, el almuerzo propiamente dicho consta de empanadas, pollo al horno de barro con papas y batatas, ravioles caseros y el popular flan casero con dulce de leche. Todo en fuentes y a tenedor libre acompañado de galleta de campo. Tambien incluye bebidas gaseosas, cerveza, vino ¾ y soda a canilla libre durante el almuerzo.
Mas información: www.lalechuzanavarro.com
Es bien Familiar. Son muy recomendables el asado, el parque con eucaliptos y la atención personalizada, por p arte de María Fernanda, la dueña. Estrena 4 dormys con calefacción y baño privado. Además, ofrece paseos en sulky y cuenta con parque, bicicletas, caballos y juegos de mesa e infantiles. Reservas: (154) 4770273 / (0220) 483-6205.
El Rastro es un campo en funcionamiento de 85 hectáreas, donde se realiza agricultura, ganadería y tambo, además de animales de granja.Ideal para pasar un día tranquilo, disfrutando del parque y el sonido del lugar, recorriendo todo su perímetro estará en contacto con la naturaleza.Comida de campo. Paisaje de campo. Animales de campo. Sin artificios, es lo que se encuentra en El Rastro.El restaurante funciona en la casa principal, el casco data de 1870 de una sola planta, con ambientes amplios y techos altísimos. En el comedor, de decoración casi minimalista, hay un gran hogar a leña y ventanales con aberturas originales para no perder de vista el verde. Tiene capacidad para 130 personas.La comida toda al horno de barro es artesanal y casera. La cocina manejada por Miriam Díaz y el horno de barro por Horacio Mastroberti su marido, el servicio de mesas lo manejan sus hijos Regina, Oriana, Ornella y Jerónimo.
Un lugar increible donde podrá disfrutar de este deporte y de la excelente cocina en manos de Agustina Montenegro.
